lunes, 13 de julio de 2009
10 razones para odiarte
He acabado de ver una película que han dado múltiples veces en antena tres y que nunca llegó a llamarme la atención pero sin embargo he podido comprobar que con algunas dosis de tolerancia no estaba alejada de mi gusto aún perteneciendo a un género que últimamente no suelo frecuentar: La comedia romántica.
El por qué de mi rechazo residía principalmente en la imágen de película fácil y vendedora (siempre opuesta al arte) compuesta por demasiadas bromas verdes y una trama inútil. Sin embargo entre tanta alegoría a la inconsistencia he conocido a un personaje muy especial para mí ya que puedo identificarme gloriosamente con él: Kat, su protagonista. Una chica irónica y antisocial, cuyo motivo para su hostilidad se encuentra en el deseo de hacer lo que desea y no lo que la corriente mande. Cual Jane Eyre, Jo de Mujercitas, o la señorita Elisabeth Bennet de Orgullo y Prejuicio, es una feminista liberal con personalidad propia pero dotada de un romanticismo interior que pocos deben conocer. Así es el nuevo modelo de heroína victoriana, que se mueve entre los ambientes más decadentemente alcohólicos. Como nota final su relación con su hermana raya la parodia de la mía con mi hermana también menor, convirtiéndo la historia en algo más que el inicial reclamo que constituía para mí al conocer que la trama se basaba en la obra de Shakespeare La fierecilla domada.
No podría decir que es mi película preferida, pero si podría decir que su personaje principal no tiene desperdicio y que lo tendré entre mis favorecidos. Por cierto que el chico que comparte cartel con ella es un encanto (me refiero a su caracterización no al actor).
Entretenida, divertida en ocasiones, con unos guiones vivaces y el magnífico telón de fondo del sexto arte, la literatura.
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